El Gobierno presumió hace 7 días de asegurar el suministro y ahora impone el racionamiento bolivariano

excepción ibérica
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno ya permite que los supermercados puedan limitar la venta de productos para evitar el desabastecimiento. Así lo recoge el decreto de medidas de choque por la invasión de Rusia en Ucrania aprobado este martes en el Consejo de Ministros. Sin embargo, hace apenas siete días, el mismo Gobierno decía actuar «con determinación y firmeza» para «asegurar el abastecimiento normal de todos los ciudadanos».

Así se pronunciaba, en concreto, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la sesión de control en el Congreso de los Diputados a preguntas del Partido Popular. El diputado del PP Joaquín María García Díez dirigió al Gobierno una pregunta concreta: «¿Qué medida piensa adoptar para garantizar el abastecimiento de alimentos básicos a los españoles?».

«El sector pesquero se va a pique con su flota amarrada; la industria láctea suspende su actividad; los ganaderos advierten que morirán animales; la
industria habla de problema de Estado y de situación límite. Usted, que tiene todas las competencias en materia pesquera, agrícola, ganadera, de industrias agroalimentarias, dijo textualmente -y leo-: emplearé toda la firmeza necesaria para restablecer el abastecimiento», espetó el diputado.

«El Gobierno está tomando con determinación y con firmeza todas las medidas que están a su alcance para asegurar el abastecimiento
normal de todos los ciudadanos», le respondió Planas.

«¡Pues menos mal!, porque para garantizar el abastecimiento lo primero que se necesita es que a los animales les llegue el pienso, que los costes energéticos sean asumibles, que las industrias recojan la leche en las
explotaciones, que se trasladen los productos del mar a las pescaderías…», ironizó el parlamentario popular, reprochando al Gobierno la ausencia de diálogo con los sectores más afectados por la crisis y de medidas concretas.

«Con su inacción están consiguiendo dejar desabastecidas las estanterías, y lo que va a pasar es que, cuando haya elecciones, van a quedar vacías las urnas de los votos de los que juraron no dejar a nadie atrás», aseveró García Díez.

En su segunda respuesta, el ministro se limitó a reconocer que «este es un momento difícil» y en pedir «responsabilidad» al PP.

«En la pandemia, en las peores condiciones, se aseguró el abastecimiento regular y normal de todos los ciudadanos, y estamos orgullosos de ello como país, de nuestro sector primario y del conjunto de los sectores de la cadena alimentaria. Ahora tenemos guerra en Europa y ustedes parece que no se enteran», aseveró Planas.

«En este país tenemos problemas, por supuesto, que sí; y este Gobierno lo está afrontando, escuchando, dialogando y negociando, e intentando responder a ellos en Bruselas y en Madrid», defendió. Según Planas, «todo esto merecería una consideración más positiva» por parte de la oposición.

Racionamiento

Ahora, apenas una semana después, el Gobierno abre la puerta a la medida más drástica: que los supermercados puedan limitar «en situaciones excepcionales» las unidades máximas por artículo que puede adquirir cada comprador.

Tal y como adelantó OKDIARIO, algunos supermercados han topado en las últimas semanas la cantidad máxima de botellas de aceite de girasol y de leche que podían comprar los clientes. Sin embargo, se trataba de una práctica ilegal, puesto que la ley prohíbe a los comercios restringir la venta de productos a los consumidores.

En concreto, el artículo 9.2 de la Ley 7/1996, de 15 de enero, de Ordenación del Comercio Minorista, establece que «los comerciantes no podrán limitar la cantidad de artículos que pueden ser adquiridos por cada comprador ni establecer precios más elevados o suprimir reducciones o incentivos para las compras que superen un determinado volumen».

Ahora, el Ejecutivo añade un nuevo apartado en el artículo 9 de la norma: «Excepcionalmente, cuando existan circunstancias extraordinarias o de fuerza mayor que lo justifiquen, los establecimientos comerciales podrán suspender con carácter temporal la prohibición prevista en el apartado 2 de limitar la cantidad de artículos que puedan ser adquiridos por cada comprador».

Pese a la excepción, los supermercados deberán aplicar esta prohibición «de manera proporcionada cuando sea necesario para impedir el desabastecimiento y garantizar el acceso de los consumidores en condiciones equitativas».

Actualmente, los supermercados sufren un desabastecimiento de entre el 20% y el 30% de los productos que comercializan por la huelga de transporte. Principalmente, la escasez se concentra en el aceite, leche, yogures, arroz, harina, pasta y conservas, así como en productos frescos: frutas, hortalizas, pescado y carne.

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